Opinión: Corrupción empresarial

Construcción de una bodega en las
inmediaciones de Teotihuacán




Por Gubidxa Guerrero

[Texto publicado en Enfoque Diario, el miércoles 19/Dic/2012]

Los reduccionismos siempre son malos. Existen muchos opositores al libre mercado, para quienes todo lo que huela a privado es nocivo. Por el contrario, hay bastantes defensores del capitalismo, que se olvidan de que la corrupción no es exclusiva de gobiernos y personas, sino también de empresas, por muy renombradas que éstas sean.
     Tal sucede con el escándalo Wal-Mart, que se está desatando nuevamente en Estados Unidos de América. Recientemente el diario New York Times publicó noticias puntuales de la corrupción deliberada de esta cadena de supermercados en aras de conseguir la autorización para construir una sucursal a unos metros de la zona arqueológica de Teotihuacán.
     Wal-Mart (o Bodega Aurrerá) no dio dinero a cambio de agilizar los trámites necesarios para echar a andar sus operaciones, lo que tal vez podría servir como atenuante en una sociedad donde la corrupción parece obligada; sino más bien sobornó a funcionarios de los tres niveles de gobierno para que se le permitiera hacer lo que le estaba explícitamente prohibido: construir cerca de una zona arqueológica de la mayor importancia.
     Si Wal-Mart hubiese pagado fuertes sumas como consecuencia de chantajes y/o presiones, podría pasar como simple víctima. Sin embargo, según reveló el diario neoyorquino, los ejecutivos fueron la parte activa que hizo lo posible por corromper a las autoridades mexicanas. 
     En su momento, hubo una fuerte oposición a la construcción de la tienda, por parte de activistas que deseaban salvaguardar la Ciudad de los Dioses. Fueron tachados de simples opositores al progreso. Hoy, que un prestigioso medio informativo les concede  razón, ni el "usted disculpe" reciben.
     Nadie está exento de violentar el estado de derecho; desafortunadamente somos un país donde la corrupción abunda; lo que no debe servir de excusa para que a la cadena de supermercados más poderosa de Estados Unidos se le apliquen las sanciones a que se haya hecho merecedora. 
     No es justo que a pequeños negocios de capital nacional con los papeles en regla se le pongan cientos de trabas esperando que suelten la mordida, mientras que a un poderoso consorcio con la ley en contra se le brinde la oportunidad inmerecida.
     ¿Es el caso Walt-Mart único en México? Por supuesto que no. Seguramente existen permisos y contratos con similares irregularidades en muchas otras empresas, mismas que deberán examinarse con lupa. Tal vez revisando a fondo algunos convenios de compañías participantes en el corredor eólico del Istmo, nos llevemos algunas sorpresas…