"No es ISIS". Atentado en Moscú con huella ucraniana

Uno de los terroristas
Gubidxa Guerrero

La Sala de Concierto Crocus se convirtió en un infierno cuando varios hombres vestidos con ropa de camuflaje comenzaron a disparar indiscriminadamente a los asistentes de un concierto en la capital de la Federación Rusa. Al momento se contabilizan 133 personas asesinadas, entre ellas varias menores de edad, como resultado del atentado terrorista del viernes 22 de marzo de 2024. Se espera que el número varíe, por los heridos en situación crítica. 

Los videos que circulan en internet son espantosos. Los atacantes, "blancos, de estatura superior a la media" usaron fusiles automáticos, granadas y bombas molotov con las que provocaron un incendio en el edificio que colapsó en parte. 

Domingo de Ramos en Juchitán

Fotografía.- Alberto López Morales.

Gubidxa Guerrero

Desde hace varias semanas la gente limpia sepulturas en mi pueblo. Hoy es Domingo de Ramos y decenas de miles de personas nos congregaremos por la noche en uno de los panteones más bellos de México. 

Muchos se admiran de Mixquic (en la Delegación Tláhuac del Distrito Federal) y Pátzcuaro (pueblo purépecha de Michoacán) porque no conocen la celebración del Domingo de Ramos en Guidxiguié’, ni las demás festividades que realizan las poblaciones hermanas.    

La Rebelión de Tehuantepec de 1660

Imagen tomada de poderesdelaiguana.blogspot.com
Gubidxa Guerrero


Si bien nuestros ancestros habían logrado mantenerse independientes de los mexicas, que encabezaban la Triple Alianza; cuando llegaron los castellanos casi nadie pudo quedar fuera de su administración. Con la dominación española, los zapotecas perdimos nuestra religión, muchos de nuestros conocimientos ―astronómicos, arquitectónicos, médicos―; también desapareció nuestra añorada autonomía, y dejaron de utilizarse oficialmente nuestros dos sistemas calendáricos.

Aproximadamente el noventa por ciento de la población binnizá pereció a causa de las epidemias. La capital del antiguo reino, la gloriosa ciudad de Tehuantepec, pasó de veinte mil a casi dos mil habitantes. Lo mismo sucedió a otras etnias del continente. Y pese a eso, después del primer siglo de presencia castellana, los poblados nuestros permanecieron. La realeza se convirtió en cacicazgo (en el sentido legal del término, que implicaba una serie de privilegios a la nobleza indígena). Y los descendientes de Cosijoeza y Cosjopi II se fueron perdiendo entre las generaciones siguientes.

A mediados del siglo XVII, las exigencias de los Alcaldes Mayores (gobernantes españoles encargados de administrar ciertas jurisdicciones y de recaudar los tributos entre los pueblos indios) eran cuantiosas. Sus abusos iban más allá de lo que la normatividad virreinal permitía. El Lunes Santo 22 de Marzo de 1660, Juan de Avellán, Alcalde Mayor de Tehuantepec, azotó terriblemente al Alcalde del pueblo de Mixtequilla, y fue tan fuerte el castigo que éste acabó muerto. Fue el último de los abusos que los pueblos zapotecas permitieron a Juan de Avellán, porque de inmediato comenzó lo que pasaría a la historia como la Rebelión de Tehuantepec de 1660. 

La Diosa de las Nutrias

Ilustración: Gregorio Guerrero
Gubidxa Guerrero

Cuando los zapotecas llegaron a la planicie costera del Istmo de Tehuantepec hallaron dos ríos caudalosos. Uno de ellos es el famoso Río Grande, que pasa entre dos altos cerros: el de Las Pilas y el de Guiengola. Sus aguas alimentaron durante varias lunas a los valientes guerreros que combatieron contra los mexicas por defender el reino zapoteca. Este río, también conocido como Guiigu’ ro’ Guizii, pasa cerca de Mixtequilla, pueblo fresco donde se sembraba cacao, que alguna vez fue propiedad de los últimos reyes binnizá. Finalmente, atraviesa apaciblemente la ciudad de Tehuantepec, para transitar al lado de la Villa de San Blas Atempa.

¿Quién fue José Gregorio Meléndez?

Gubidxa Guerrero 

El desconocimiento de la historia zapoteca es alarmante. Conforme avanza el tiempo, los personajes que entregaron sus vidas por nuestros pueblos van olvidándose. Las nuevas generaciones ignoran los nombres y hechos de quienes tanto hicieron porque hoy la planicie costera del Istmo de Tehuantepec tuviera las condiciones mínimas de vida decorosa.

La fiesta de Chihuitán

Gubidxa Guerrero 

Santo Domingo Chihuitán es un pintoresco pueblo zapoteca. Ubicado en la planicie costera del Istmo de Tehuantepec, celebra una de las fiestas más concurridas de la región: el Cuarto Viernes de Cuaresma.
     
Desafortunadamente esta festividad ha perdido algo de esplendor, porque muchos van olvidándose de la tradición de visitar Bixhahui, como se conoce en idioma zapoteco a esta comunidad hermana. 
     
Para saber la importancia que antaño tenía esta celebración basta conocer dos textos: el primero de ellos es un documento con más de 150 años de antigüedad, firmado por José María Muñoz, en un período histórico turbulento, pues José Gregorio Meléndez se hallaba alzado en armas. El segundo es un texto literario recopilado por el miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Víctor de la Cruz, e ilustrado por el pintor de fama mundial Francisco Toledo.

La música zapoteca del Istmo: un proceso continuo

Músicos ciegos en Juchitán. Ilustración de Miguel Covarruvias
Gubidxa Guerrero

Hace algunos meses publiqué un artículo sobre La Sandunga, pieza representativa de los zapotecas istmeños. Por lo anterior recibí varios comentarios preguntando por aspectos particulares de nuestra música. Todas las preguntas podrían resumirse en una sola: ¿Cuál es el origen de la música zapoteca?

Antes que todo, debo aclarar que soy etnohistoriador, no etnomusicólogo. Es a estos últimos a quienes corresponde el estudio de los géneros musicales, influencias, orígenes, etcétera. Desconozco si existe algún estudio especializado sobre la música tradicional binnizá, aunque sí contamos con algunos intentos empíricos.

La Sandunga, canto de unidad, canto de guerra

Busto de Máximo Ramón Ortiz
Gubidxa Guerrero

Cuando los ancianos escuchan los acordes de La Sandunga, inmediatamente cambian el semblante, y la emoción se apodera de ellos. Lo mismo sucede cuando un zapoteca del Istmo se encuentra lejos del terruño. Y es que si existe un son que identifique por igual a tehuanos con tecos, a jeromeños con guiaatis, y a habitantes de todas las poblaciones de la planicie costera, ese canto es La Sandunga.

Mucho se ha especulado sobre su origen. Se ha discutido bastante acerca de la ciudad donde surgió. Lo cierto es que esta pieza, si bien se ha convertido en un canto de todos, está asociada a dos personas: Máximo Ramón Ortiz y Andrés Gutiérrez (Ndré Saa, quien se se dice que la musicalizó como la conocemos ahora); tehuanos ambos.

¿De cuándo procede? Éste, como otros elementos culturales que enriquecen la identidad de los binnizá, nace del fuego de las batallas. En abril de 1850 el pueblo de Juchitán y el entonces Barrio de San Blas iniciaron la rebelión más grande habida en el sureste mexicano durante los últimos doscientos años. Dirigió el levantamiento de los zapotecas istmeños José Gregorio Meléndez, conocido entre los suyos como Che Gorio Melendre.

La privatización de las salinas ―fuente primaria de sustento de los pueblos de la planicie costera― y la intransigencia de don Benito Juárez García, Gobernador de Oaxaca en esa época, provocaron la guerra. Aunque en un principio el tehuantepecano Máximo Ramón Ortiz combatió la insurrección, también él se rebeló por motivos particulares un año después.

De por qué los totopos tienen agujeros

"Alcaravanes". Ilustración de Azteca De Gyves. 
Gubidxa Guerrero


Millones de personas en todo el mundo afirman que la tortilla es el pan de México. Esta aseveración se ha difundido como verdad irrefutable, pues se dice que no hay pueblo de origen mesoamericano en que la referida tortilla no sirva como principal elemento en las comidas.

Sin embargo, tal verdad no es del todo exacta. Hay al menos una región en donde el maíz molido, cocido en un comal y que puede hacerse taco o cortarse en pequeños trozos para tomar con ellos la comida, no es la base de la alimentación: el Istmo de Tehuantepec.

En nuestra región es un producto deshidratado el que impera. Tiene, al igual que la tortilla, al maíz como ingrediente único, pero la forma y consistencia, además del tiempo de conservación, la hacen diferente. Se le conoce en idioma zapoteco como guetabiguii, y ‘totopo’ se le dice en lengua española.

Diego Rivera en Pasu Mani


Gubidxa Guerrero

Diego Rivera en Pasu Mani pudo haberse llamado la obra a la que titularon Río Juchitán. 

Es considerada, por muchos, la obra cumbre del muralista mexicano. Al menos es la mejor valuada, considerándose, hasta el momento, su pieza más cara. Por ella se han pagado decenas de millones de dólares.